Este mes entre exámenes y demás jaleos he dejado el blog un poco descuidado, así que por fin lo retomo de nuevo.

El fin de semana pasado estuvimos de nuevo por la zona de Asakusa para ver un espectáculo de luces (del que hablaré en breve), y para hacer tiempo antes de que empezase dimos un paseo por la zona, donde nos encontramos con este festival.

Lo gracioso del festival es que los faroles los movían con bastante soltura, y lo mismo los sujetaban con una mano sola que con la cabeza



Otra de las cosas que hacían era inclinar mucho los mástiles de forma que parecía que los faroles se iban a caer.


Como no podía ser de otra forma, de vez en cuando los faroles se la pegaban contra los edificios o los árboles


Lo bueno es que los volvían a poner en funcionamiento a toda velocidad.


Lo más interesante del día fue que yendo a un evento acabamos viendo otro que ni sabíamos que existía. Al final le sacamos bastante partido a la tarde.